Hace unos días un dron sobrevoló las pistas del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ocasionando el cierre del espacio aéreo de Madrid durante un par de horas. Según la normativa, los pilotos se enfrentarán a sendas multas. Un dron no es un juguete y es preciso saber cómo, cuándo y dónde volarlo. Si no cumples con las normas establecidas, te arriesgas a multas que pueden llegar a 225.000 euros, para pilotos no profesionales.
En España hay una normativa básica “que es de obligado cumplimiento y, en función de si el vuelo es profesional o recreativo, tienen que cumplir una serie de requisitos”. Las sanciones por incumplimiento de la norma vienen reguladas por la Ley de Seguridad Aérea y, dependiendo de la gravedad de la infracción (y de si la comete un particular o un profesionales), son las siguientes:
Particulares:
- Leves: entre 60 euros y 45.000 euros.
- Graves (causan daños personales o incidentes): entre 45.001 euros y 90.000 euros.
- Muy graves (provocan accidentes aéreos, muerte…): entre 90.001 y 225.000 euros.
Sanciones a empresas o profesionales:
- Leves: entre 4.500 euros y 70.000 euros.
- Graves: entre 70.001 y 250.000 euros.
- Muy graves: entre 250.001 y 4,5 millones de euros.
La clave para evitar sanciones radica en la localización donde se vuelan los drones, ya que existen zonas prohibidas para el uso de estas aeronaves no tripuladas. Por ejemplo, en el caso de los vuelos recreativos no podremos hacer volar el dron si hay un aeropuerto o un aeródromo a menos de 8 kilómetros de distancia, así como tampoco dentro de un espacio aéreo controlado.
La ley establece que el dron deberá permanecer siempre dentro del alcance visual del piloto y no elevarse más de 120 metros desde el suelo.
Esta prohibido volarlos en áreas de alta sensibilidad o ecosistemas en peligro.
Antes de aventurarnos a volar un dron, es recomendable visitar la pagina de ENAIRE, nos evitaremos un disgusto.